CAÑADA REAL DE LA PLATA O VIZANA.
Si bien la calzada romana es una seña de identidad del
nuestra cultura, la cañada merinera que la
acompaña, y con la que coincide en algunos tramos, es reflejo de gran
parte de la historia de nuestro país. Ya desde antiguo, el pastor ibérico se
vio en la necesidad de trasladarse, junto con sus rebaños, a lo largo de
nuestro extenso territorio, en busca de los mejores pastizales donde apacentar
sus ganados. Así surgió la trashumancia, y, con ella, la red nacional de vías
pecuarias, integrada por decenas de miles de kilómetros de cañadas, cordeles y
veredas. En el código más antiguo de España - el Fuero Juzgo visigodo - ya se
atendían ampliamente las necesidades de los pastores trashumantes. La trashumancia
propicia un activo comercio entre el Norte y el Sur de España, influyendo
decisivamente en la unidad de lengua, pesos y medidas, así como en la eliminación
e las fronteras de los antiguos reinos medievales. En 1.273, bajo el reinado de
Alfonso X, se crea el Concejo de la Mesta que consolida la densa red de vías
pecuarias. A partir de este momento la trascendencia de la trashumancia deja su
impronta en los paisajes españoles, desde las tradicionales cabeceras serranas
de León, Soria, Segovia, Burgos y Cuenca hasta las dehesas extremeñas o los
pastizales del Mediodía. Como las modernas infraestructuras de comunicación y
al igual que las calzadas romanas, las vías pecuarias han contado con elementos
adicionales que en unos casos asistían al paso de hombres y animales, facilitándoles
la marcha con abrevaderos, descansaderos, chozos, ventas, ermitas, majadas,
esquileos, etc., y en otros al cobro de impuestos: contaderos, pontazgos
reales, etc. La Cañada Real de la Plata, también conocida como Vizana o
Mozárabe, une los pastos del agostadero leonés con las dehesas centrales de
Extremadura. Considerando los ramales, en las montañas leonesas alcanzan casi
los 600 km., correspondiendo al tramo Astorga - Trujillo unos 430 km. Tiene su
inicio en la montaña leonesa, en el valle de San Emiliano. Posteriormente
atraviesa el Páramo leonés por tres grandes ramales, que discurren, respectivamente,
por el valle del río Luna, la comarca de la Omañas y el valle del río Tuerto.
En este último es donde se ubica Astorga y, por tanto, el tramo inicial de
nuestra Vía de la Plata. En la provincia de León recibe asiduamente el nombre
de Cañada Real Coruñesa o Vereda Coruñesa, lo que hace pensar en la paridad del
uso peregrino de la calzada romana. Desde Astorga se dirige a La Bañeza para
alcanzar los regadíos del Órbigo y descender hasta la ciudad de Benavente.
Mermada en su anchura, atraviesa los cultivos cerealísticos de la Tierra de
Campos, y, tras la capital zamorana, discurre por los viñedos de la Tierra del
Vino y las dehesas de la penillanura de la Tierra de Sayago. Cruza Salamanca
capital y asciende hacia el sector occidental del Sistema Central por los
robledales de la Sierra de Béjar. Ya en tierras extremeñas discurre entre las
dehesas ganaderas, alcanzando el río Tajo en la sierra de Corchuelas, en el
excepcional entorno del Parque Natural de Momfragüe. Finaliza en la histórica
ciudad de Trujillo, punto de cruce con la Cañada Real Leonesa Occidental.