jueves, 15 de noviembre de 2018

POBLACION DE LA COMARCA DE LAS MERINDADES EN BURGOS - 4


Hay que destacar un elemento característico de la comarca en el panorama poblacional como es  la población estacional. Se estima que los valores normales llegan a cuadruplicarse durante los meses de estío. También hay que resaltar un grupo importante de población que mantiene una doble residencia, administrativamente empadronada fuera de la comarca, pero que permanece largas temporadas en la misma.



la Tasa de Natalidad en Las Merindades es de tan sólo el 3.42 %, cifra muy inferior a la de Burgos, Castilla y León y España que se sitúan en el 8.3, 7.6  y 10.5 % respectivamente. En cuanto a la Tasa de Mortalidad ésta se sitúa muy por encima de las registradas en la provincia, comunidad y país, concretamente en el 14.98 %, casi un 6.5% mas que en el país. La Tasa de Nupcialidad en la comarca  es del 1.56 %, mientras que en la provincia es del 4.4 %, en la región del 4.1 % y en España del 5 %. La tasa de fecundidad en la comarca es tan solo del 2.83 %. Analizando todos estos datos podemos concluir que en la comarca de Las Merindades existe una gran problemática desde el punto de vista demográfico






Podemos concluir por tanto que el envejecimiento y el despoblamiento, general y en particular más acusado de los pequeños núcleos rurales, son los problemas principales que afectan a  la población de la comarca.   Con la característica particular de esta Comarca con relación al masivo incremento temporal   que tiene lugar debido a la población estacional.


miércoles, 14 de noviembre de 2018

POBLACION DE LA COMARCA DE LAS MERINDADES EN BURGOS - 3


Según esta tipificación el 85,18 % de los municipios de la comarca corresponderían a zonas despobladas con problemas de mantenimiento del hábitat humano y el 14,82 % restante serían municipios con riesgo grave de despoblamiento. Una de las conclusiones que se derivan de estos datos es que Las Merindades es un medio rural muy extenso, pero con una reducida densidad poblacional y una elevada dispersión, lo que determina dificultades en los procesos de desarrollo rural y local



Otra característica aglutinante de los municipios de las Merindades es la descompensación entre hombres y mujeres que aún no siendo muy acusada, si es patente. Esta disparidad deriva de una emigración diferencial, al ser las mujeres jóvenes las primeras en abandonar el medio rural.  Este fenómeno está fundamentado en las escasas oportunidades de incorporación al mundo laboral y  por otro lado en ser la mujer quien más sufre las deficiencias en las condiciones de  vida, por desarrollar la mayor parte de su actividad en al vivienda y entorno inmediato






POBLACION DE LA COMARCA DE LAS MERINDADES EN BURGOS - 2





La densidad poblacional media en la Comarca presenta unos valores muy bajos, el carácter  montañés de la zona se refleja en este grado de dispersión poblacional. Así, y de manera paralela Las Merindades presenta un hábitat diseminado en pequeños núcleos. No obstante, se observa un dimorfismo en los baremos de población entre municipios “densamente” poblados y  municipios “poco” poblados. Entre los primeros se encuentran Medina de Pomar, Villarcayo,  Oña, Valle de Mena y Espinosa de los Monteros, que aglutinan más de la mitad de la población.  Esta disparidad viene motivada por la localización dentro de los municipios “densamente” poblados, de las entidades poblacionales más importantes. Estas forman el eje dinámico- poblacional de la zona, ya que integran los núcleos de servicios de la misma y cuentan con mejor  infraestructura y equipamientos. Estos factores minimizan la posible emigración de los citados  municipios y por el contrario actúan como atractivos hacia nuevas corrientes inmigratorias tanto internas como externas

La  tipificación de la ruralidad de las áreas comarcales publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en el análisis de las zonas de desarrollo rural “LEADER” establece que:
“Las zonas rurales con densidades con menos de 5 o 10 habitantes corresponden a zonas despobladas con problemas de mantenimiento del hábitat humano. Lo que puede ser  extendido a las zonas menores de 20 habitantes. Las zonas con menos de 39,5 habitantes equivalen a las zonas con riesgo grave de despoblamiento, según la normativa comunitaria, y así están clasificadas en las directivas comunitarias correspondientes



POBLACIÓN DE LA COMARCA DE LAS MERINDADES EN BURGOS


Densidad de Población
La población en la comarca de Las Merindades ha seguido una evolución paralela a la  generalidad de las áreas rurales de Castilla y León, es decir mantiene un régimen demográfico  regresivo, con breves paréntesis  estacionarios o, en algunos casos, de breve crecimiento, como se observa en las siguientes tablas:


Del análisis de estos datos, se deduce que la comarca de Las Merindades tiene una Densidad de población muy reducida (8.7 Hab/ km2), por debajo del umbral de desertización poblacional en zonas de montaña situado en 12 hab/ km2. Se encuentra muy por debajo de la media provincial (24.2 Hab/ km2) y regional (27.00 Hab/ km2), estas últimas muy similares entre sí. Variable que caracteriza a las zonas rurales y no a zonas urbanas como Burgos y Valladolid capital, donde la densidad de población se sitúa en valores próximos a las medias provinciales y regionales








martes, 13 de noviembre de 2018

LA POBLACIÓN DE LAS MERINDADES - 2



La provincia de Burgos presenta un escaso potencial demográfico: en 1991 su densidad media de población era de 24,9 hab/km2, presentando, por lo tanto, una densidad muy baja y sensiblemente inferior a la media nacional, que, para igual fecha, era de 77,2 hab/km2

EI despoblamiento. la dispersión y la baja densidad plantean serios problemas en  lo que a prestación de servicios colectivos se refiere, pues  el coste de los mismos es muy elevado.

EI crecimiento natural de la población de la provincia de Burgos era, en el año 1994, de -1,36 %., frente al de España que era de 0,75%, presentando una tasa de natalidad mas baja que la nacional, 7,49,3 % y 9,3 %, respectivamente, mientras que las tasas de mortalidad eran relativamente similares, 8,78 y 8,58



La década de los noventa presentó un relativo mantenimiento demográfico, imputable lógicamente a un descenso de la emigración , ya que el crecimiento natural era negativo y sigue siéndolo

La d

LA POBLACIÓN EN LAS MERINDADES


De 1900 a 1950, Se caracteriza por un progresivo crecimiento demográfico, a excepción de la década de 1910-1920, debido a la epidemia de gripe de 1918, alcanzándose en 1950, en pleno periodo autárquico, la cifra de 397.048 habitantes, la máxima población registrada en la provincia de Burgos

De 1950 a 1991. Se distingue por un continuo proceso de despoblación, en el que sus efectivos demográficos se han visto reducidos en un 10,4% (41 261 hab.) 


En el periodo comprendido entre 1960 y 1975, y coincidiendo con la transformación y modernización del sistema productivo burgalés, se produce un éxodo rural masivo hacia las nuevas industrias de Burgos capital, Miranda de Ebro y Aranda de Duero, nacidas al amparo del Polo de Desarrollo Industrial de Burgos de 1964, V hacia las principales áreas industriales del país, especialmente Euskadi y Madrid y, en menor medida, Cataluña

OCUPACIÓN Y POBLAMIENTO DEL TERRITORIO.



La presencia activa de un hábitat agrario en el territorio de Las Merindades puede remontarse al Neolítico, época a la que pertenecen diversos yacimientos arqueológicos. Una ocupación mantenida con posterioridad, con innegable presencia romana. E igualmente parece innegable la crisis de este primitivo poblamiento en una época no precisada, que llevará consigo el abandono e incluso la revalorización del hábitat troglodítico




El poblamiento que hoy conocemos, en líneas generales, tiene su origen en la Repoblación, un proceso generalizado en todo el territorio a partir de la segunda mitad del siglo VIII, como consecuencia del reflujo hacia las montañas de los huidos de tierras meridionales.

La mayoría de los núcleos de población que han llegado hasta nosotros ya  existían  en el siglo XII. Se produce en aquellos siglos una continuada ocupación que convive también con el abandono de otros muchos núcleos de población, en un proceso continuo de hacer y deshacer que nos habla de la inestabilidad de un hábitat minúsculo, pero que se irá estabilizando en el paso de la Alta Edad Media a la Baja Edad Media, hasta permitir la consolidación definitiva del hábitat de este territorio. Es en los siglos XII y XIII en los que el territorio de Las Merindades alcanzó el más alto nivel de población de todas las épocas

Historia de las Merindades - 4



El territorio de Las Merindades es un espacio de transición entre la España Mediterránea y la España Atlántica que forma parte de la gran unidad cantábrica definida entre el Macizo Asturiano  y los Pirineos.




Se trata de un territorio con peculiaridades propias, derivadas de sus singulares condiciones orográficas, que son las que determinan en mayor medida sus circunstancias bioclimáticas, clima y vegetación, propias de un área de montaña.



Relieve que se resuelve en una sucesión de áreas deprimidas y áreas elevadas. Y un relieve que ha sido objeto de una intensa erosión por parte de los cursos de agua que lo atraviesan.



El clima de Las Merindades es el propio de la montaña cantábrica. Se trata de una comarca húmeda con precipitaciones abundantes, de  régimen invernal muy acentuado pero sin que fallen en verano.


El carácter montañés de este territorio se deja ver también en  vegetación, cuyas variaciones vienen determinadas por la morfología y la climatología de la zona. El paisaje es de montaña y presenta una cobertura vegetal cantábrica, en la que predomina el roble y el haya. Pero además, como el espacio de transición que es entre la España Atlántica y la España Mediterránea, encontramos también ecosistemas mediterráneos como el encinar.

Historia de las Merindades - 3



Es en el siglo IX cuando se habla por primera vez de la palabra "Castilla"; este nombre aparece escrito en el documento fundacional del Monasterio de Taranco, enclavado en pleno Valle de Mena. Esta palabra surge para hacer referencia al conjunto de pequeños territorios situados al Norte del Ebro, núcleo originario de Castilla, que se caracterizaba por los abundantes edificios defensivos.




En el siglo X, es Fernán González quién organizó políticamente la región, creando las Merindades como entidad político-administrativa. Una Merindad era un territorio, en el que el Rey ponía bajo la tutela de un merino o persona de confianza, numerosas competencias como la justicia, el ejército o el cobro de impuestos. En principio las antiguas Merindades eran siete: Valdeporres, Losa, Valdivielso, Cuesta Urria, Sotoscueva, Montija y Castilla la Vieja. Este término de Merindad se extiende posteriormente por el resto del Norte de España 



Hacia el siglo XI la Villa Condal de Oña ejerce su poder sobre un amplio territorio. Es el momento de su máximo esplendor de la localidad, impulsado por el Conde de Castilla Sancho García. El Monasterio de San Salvador se convierte así en el primer panteón real de Castilla.

En el siglo XVI, el Doctor Mendizábal, por orden de Felipe II, otorga a Villarcayo el título de capital de las Merindades, con el propósito de que la ciudad del Condestable, Medina de Pomar, reduzca su poder.


El desarrollo de la comarca se debe a sus vías de comunicación. Muchas localidades nacen como zona de descanso de los arrieros, antes o después de los puertos de montaña. La economía se basaba principalmente en la agricultura, aunque la ganadería también tenía su importancia. 




Desde la revolución industrial, que llegó con muchos años de retraso, la forma tradicional de vida de los habitantes de esta zona se había centrado en la agricultura y ganadería. A mediados del siglo XX se comienzan a instalar medianas empresas que hacen dar un cambio a la economía de la zona, orientándola hacia el sector industrial. El prometedor futuro y las expectativas de crecimiento que generó la construcción del ferrocarril Santander Mediterráneo ferrocarril Santander Mediterráneo, se perdieron con la clausura definitiva del proyecto en los años ochenta

Desde los años sesenta se incrementa la llegada masiva de veraneantes, que procedentes del entorno del gran Bilbao, buscaba en la comarca una segunda residencia donde pasar sus largas vacaciones. El fenómeno del veraneo transforma la sociedad y la orienta hacia los servicios (hostelería sobre todo) y la construcción. 

LA HISTORIA EN LAS MERINDADES



Las abundantes cavidades existentes en la comarca sirvieron de cobijo para albergar a nuestros antepasados. Los testimonios más remotos, pertenecientes al paleolítico, los encontramos en las cuevas de Ojo Guareña y en las de Penches.

4.000 años, nuestros antepasados comenzaron a abandonar las cuevas y fueron cambiando su forma de vida. Los restos más representativos de esta etapa se localizan en el conjunto de dólmenes de corredor de los Altos y el Valle de Sedano, entre los que destacan el de la Cotorrita, el Moreco y las Arnillas


La presencia romana se testimonia con la villa agrícola de San Martín de Losa, la explotación salinera de Salinas de Rosio y las importantes calzadas que tuvieron como objetivo el de comunicar los puertos cantábricos con los núcleos del interior. El final de la época romana, en el siglo V, estuvo marcado por la construcción de la fortaleza de Tedeja, que según los últimos estudios sirvió de control de paso y defensa contra los pueblos bárbaros que llegaban del norte



En la Alta Edad Media los cántabros y vascones dominan estas tierras. El norte es el reducto contra la invasión musulmana, que llegó a diferentes puntos de la comarca, como Frías, Oña o Medina de Pomar

Burgos: una mirada al pasado - 1



Aldeas y pueblos  que, después de una larga historia, se han apagado  en transcurso  de la mitad del siglo pasado, sin hace ruido y con la mansedumbre del que ve que su tiempo se acabado, ante la indiferencia.



Hasta no hace mucho tiempo, esos pueblos estuvieron llenos de vida, ocupando mapas por derecho propio  y dando aliento y sentido a una forma de vivir que parece no tener sitio  en este milenio.




Borrados del mapa algunos y otros convertidos en residencias de fin de semana o verano, es el momento de recordar su pálpito natural, su pasado, aunque nada mas sea por rendir homenaje a tantas generaciones de burgaleses perdidas u olvidadas en el medio rural.