La siguiente etapa es Burgos.
A partir del siglo XIII es la ciudad rectora del incipiente comercio lanero. El
tráfico de la lana se centralizó aquí convirtiéndola en una de las ciudades más
prósperas de la Península durante los siglos XIV y XV. El momento álgido es 1493
cuando los Reyes Católicos constituyeron el Consulado de Burgos, dándole el
monopolio del comercio exterior cantábrico. Ahora toca seguir la ruta que llevaba
la lana hasta los puertos. A lo largo de estos siglos se siguieron varios
caminos, coincidiendo varios en el mismo tiempo.
Ruta de Burgos al puerto de Bilbao por el Valle de Mena y la aduana de Balmaseda
El puerto de Bilbao consiguió
la supremacía comercial en el Cantábrico convirtiéndose en la salida al mar más
importante de las lanas y mercancías castellanas. Desde su fundación como villa
en 1300 se fomentó la navegación con fines
mercantiles. En ella confluían el interés
personal de los sucesivos m o n a r c a s por
la expansión mercantil y las expectativas de ganancias de los mercaderes. De este
modo durante los siglos XIV y XV la industria naviera adquirió un desarrollo
considerable. En los siglos XV y XVI sus naves, sus ferrerías, los astilleros y
mercaderías crearon un mundo en ebullición que se plasmará en al año 1.511 en
la concesión por la reina Juana de un Consulado de Comercio y Casa de
Contratación propios.