Sin pretender incurrir en modelos antidesarrollistas, pero sí como llamada de atención frente al abandono que están sufriendo estas vías, cabe mencionar como importante responsable de su deterioro la ejecución de numerosas obras públicas de distinto carácter.
Existe una interminable lista de
ejemplos, tanto antiguos como actuales, de carreteras que aprovechando trazados
seculares que facilitan el paso de los puertos montañosos y, en general, las
rutas ya existentes que suponen las vías pecuarias, han solapado cañada y
carretera sin atender a la restitución del territorio que la propia Ley de Vías
Pecuarias (Ley 22/1974) y su Reglamento de 1978.
No hay comentarios:
Publicar un comentario