El método de recogida de información
era plural y variado, fusionando datos de los viajeros con notas extraídas
principal-mente de tres obras: el Libro
de las Grandezas de Pedro de Medina, el Libro de las cosas memorables de España
de Lucio Marineo Sículo (1497) -—que contiene sospechosas coincidencias en
la redacción de Toro o Aranda de Duero—, y una guía de caminos, hoy perdida,
que debía ser muy similar al Repertorio
de Caminos de Pedro Villuga (1546). En este último caso hay varios
itinerarios idénticos a los colombinos, como el trayecto de Barcelona a Granada
redactado por Hernando Colón o los recorridos Valladolid-Burgos, Burgos-Bilbao
y Bilbao-Madrid.
Otra de las características del
procedimiento seguido para la Descripción y Cosmografía es la desorganización
en la toma de datos, que contrasta con la meticulosidad del director de los
trabajos. Los emisarios no siguen el mismo guión a la hora de recoger los datos,
los tramos son de longitud irregular, apenas hay fechas y no hay coordinación
entre los emisarios que seguían un método de trabajo desordenado, confuso e
incompleto. No existe un criterio o norma previa, se salta de una región a otra
sin ningún orden y un mismo tramo puede ser repetido por varios viajeros, dando
lugar a información redundante y no siempre coincidente. Los alrededores de
Madrid, Guadalajara y Sevilla son los más reiterados, pero no se quedan atrás
algunas zonas de Ávila, Segovia, los alrededores de Burgos y el camino entre
esta capital y Valladolid, descrito hasta cuatro veces con diferente grado de
información. En los trayectos repetidos suelen coincidir las distancias entre
poblaciones, habitualmente tomadas de los repertorios, de indicaciones de los
funcionarios públicos, de lugareños que conocían la longitud en función del
tiempo que empleaban en hacer el recorrido y muy raramente a partir de
mediciones —más bien apreciaciones— propias.
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