La densidad
poblacional media en la Comarca presenta unos valores muy bajos, el
carácter montañés de la zona se refleja
en este grado de dispersión poblacional. Así, y de manera paralela Las
Merindades presenta un hábitat diseminado en pequeños núcleos. No obstante, se
observa un dimorfismo en los baremos de población entre municipios “densamente”
poblados y municipios “poco” poblados.
Entre los primeros se encuentran Medina de Pomar, Villarcayo, Oña, Valle de Mena y Espinosa de los
Monteros, que aglutinan más de la mitad de la población. Esta disparidad viene motivada por la
localización dentro de los municipios “densamente” poblados, de las entidades
poblacionales más importantes. Estas forman el eje dinámico- poblacional de la
zona, ya que integran los núcleos de servicios de la misma y cuentan con
mejor infraestructura y equipamientos.
Estos factores minimizan la posible emigración de los citados municipios y por el contrario actúan como
atractivos hacia nuevas corrientes inmigratorias tanto internas como externas
La
tipificación de la ruralidad de las áreas comarcales publicado por el
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en el análisis de las zonas de
desarrollo rural “LEADER” establece que:
“Las zonas rurales con densidades con menos de
5 o 10 habitantes corresponden a zonas despobladas con problemas de
mantenimiento del hábitat humano. Lo que puede ser extendido a las zonas menores de 20
habitantes. Las zonas con menos de 39,5 habitantes equivalen a las zonas con
riesgo grave de despoblamiento, según la normativa comunitaria, y así están
clasificadas en las directivas comunitarias correspondientes “
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